¿Cómo extraer propóleo?
El propóleo está compuesto por resinas recolectadas por las abejas de árboles y arbustos, y cera, que es una secreción del cuerpo de la abeja. El propóleo crudo también suele contener cierta cantidad de impurezas sólidas. El elemento valioso desde el punto de vista de las propiedades curativas del propóleo son las resinas. Son solubles en etanol y, por lo tanto, se pueden separar fácilmente de la cera y las impurezas mediante extracción con etanol.
La recolección de propóleo puede llevarse a cabo de manera tradicional, raspando, o con el uso de rejillas (colectores, recolectores, trampas para propóleo).
El método tradicional consiste en raspar el propóleo de los cuadros, barrotes y otras partes donde las abejas suelen depositarlo. El propóleo obtenido por este método puede contener varios tipos de impurezas. Además de la cera, también trozos de madera, fragmentos de abejas muertas. Este propóleo generalmente debe limpiarse (mediante clasificación o lavado) para que finalmente contenga no más del 50% de cera y otras impurezas (sustancias insolubles en etanol). El producto suministrado por los apicultores generalmente contiene entre 30 y 50% de impurezas sólidas. Esto es completamente normal y de acuerdo con la Norma Polaca corresponde a la segunda clase de calidad del propóleo.
La recolección de propóleo con rejillas utiliza el hecho de que las abejas intentan sellar con propóleo las grietas de hasta 3,5 mm de ancho. El método consiste en colocar en la colmena una malla especial o rejilla, llamada colector, recolector o trampa para propóleo. Estas rejillas suelen estar hechas de un material plástico duradero, flexible y resistente a bajas temperaturas y tienen pequeños orificios que las abejas intentan sellar con propóleo. Las rejillas con propóleo deben recolectarse regularmente, generalmente una vez a la semana, durante otras actividades apícolas. Después de retirar las rejillas de la colmena, se colocan en el congelador. Después de sacarlas del congelador, el propóleo se desprende fácilmente. Luego, el propóleo debe secarse para evitar que se enmohezca. Cabe destacar que el uso de trampas para propóleo permite intensificar la producción de propóleo, pero por otro lado, obligar a las abejas a sellar intensamente puede aumentar el contenido de cera en el propóleo.
El propóleo no debe contener:
– moho (visible bajo la lupa),
– polilla de la cera ni otros parásitos en cualquier etapa de desarrollo,
– impurezas como asfalto o alquitrán,
– residuos de antibióticos u otros productos químicos o farmacológicos.
La cantidad de propóleo que se puede recolectar depende de factores como la raza de la abeja, el tipo de vegetación en el área y las condiciones climáticas. En nuestras condiciones climáticas, se puede esperar recolectar aproximadamente 100 g de propóleo por colmena al año.